Crítica y explicación de la película «Ruega por nosotros (The Unholy)» 2021. Precedentes históricos del argumento

En esta ocasión os voy a hablar de una película que ha salido hace algunas semanas en cines, Ruega por nosotros (The Unholy es su título original). Un film interesante por algunos detalles argumentales originales que tiene pocos precedentes y que está basado en una novela de James Herbert. Producida por el maestro Sam Raimi, supone el debut en la dirección del guionista Evan Spiliotopoulos. Entre el reparto destaca la actuación del carismático Jeffrey Dean Morgan (que interpreta al brutal Negan en The Walking Dead). Además de la crítica encontrareis una explicación del origen histórico de esta temática.

Tráiler oficial en español de Ruega por nosotros (2021)

Breve tráiler oficial que quizás cuente demasiado de la historia. Así que, si huyes del más mínimo spoiler, no lo veas y sigue leyendo un poco más abajo.

Sinopsis de Ruega por nosotros (2021)

Un periodista en horas bajas descubre una serie de aparentes milagros de una joven que dice haber sido visitada por la Virgen María, milagros acaecidos en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra. El periodista intentará tener la exclusiva de la historia para devolver su carrera al estrellato. Lo que desconoce es que estos milagros esconden una cara mucho más oscura de lo que él cree.

Fuente: Filmaffinity

Producida por Sam Raimi y basada en la novela Shrine del maestro del terror británico James Herbert

Antes de empezar, me declaro seguidor de Sam Raimi, la saga Posesión Infernal me parece imprescindible en la historia del cine de terror y también me gustan mucho otras películas suyas. Pero no estamos aquí para hablar del Sam Raimi-director sino del productor. Ya hemos hablado aquí de otras películas producidas por Raimi como La Maldición (2020) y The Possession (2012), esta última también protagonizada por Jeffrey Dean Morgan. Películas con resultados desiguales pero siempre con un planteamiento inicial interesante. Por este motivo siempre estoy pendiente de las nuevas propuestas, desde la dirección o la producción, del maestro Raimi.

Por otra parte, la cinta supone el debut en la dirección del guionista Evan Spiliotopoulos y su primer acercamiento al género de terror. Si examinamos su curriculum como guionista (La bella y la bestia, Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo, Hércules, Los ángeles de Charlie, etc.) no podemos albergar, a priori, grandes esperanzas con el resultado de este primer acercamiento al género. Las ideas originales que ya hemos comentado parecen provenir de la fuente original de la historia: la novela Shrine (1983), del maestro del terror británico James Herbert.

Crítica de Ruega por nosotros (2021)

Hay que empezar diciendo que la temática de la película es bastante original, películas sobre apariciones supuestamente marianas abordadas desde la óptica del género del terror hay pocas que yo recuerde (me viene a la mente únicamente un episodio de Expediente X sobre un predicador milagroso). Y esto hay que valorarlo aunque supone una barrera para el público ateo que no está interesado en estos temas, aquí lo valoraré desde el punto de vista de un aficionado al género sin entrar en valoraciones religiosas. Al fin y al cabo, si nos negáramos a ver películas de temática religiosa tendríamos que excluir también a todo el subgénero de películas sobre posesiones. La película nos ofrece el punto de vista del creyente y del agnóstico (representado aquí por el personaje protagonista interpretado por Jeffrey Dean Morgan) aunque la trama acaba dando verosimilitud a los elementos paranormales.

Los problemas de la película son otros, empezando por la falta de misterio casi desde el principio. El flashback del inicio deja poco lugar a la duda sobre la naturaleza de estos fenómenos. Si a esto le añadimos que se recurre a efectos ya demasiado sobreutilizados del cine de terror oriental la película se ve con cierta curiosidad pero sin demasiada tensión. Hay que empezar a dejar de utilidad estos efectos tan manidos en las apariciones fantasmales que ya no tienen fuerza por estar muy vistos. Los efectos digitales, por otra parte, empiezan a ser demasiado evidentes para el ojo medianamente entrenado. Aún así la película deja algunas imágenes interesantes como la de la estatua que se va deshaciendo y la propia imaginería de la aparición.

La interpretación de Jeffrey Dean Morgan es correcta, con su carisma habitual, pero no destaca si la comparamos con su estelar actuación en The Walking Dead. La bella Cricket Brown no me convence tanto, también es cierto que su personaje es demasiado monolítico y poco matizado. Cary Elwes, William Sadler y el resto del reparto están más que correctos como es habitual entre los secundarios del cine norteamericano.

El resto de valores técnicos son excelentes (fotografía, música, etc.) pero se encuentran lastrados por un guion predecible y unos efectos especiales tan manidos. En definitiva, se trata de una buena película, curiosa, con elementos novedosos pero lastrada por los elementos que acabamos de comentar. Es más interesante la historia de la que parte la película y la novela que la propia película. Así que sigue leyendo…

La falsa Virgen María vs San Pedro de Verona

La historia de Ruega por nosotros (2021) tiene un claro precedente en el enfrentamiento de San Pedro Mártir, el primer mártir de la Orden dominicana, con la falsa Virgen María. A mediados del siglo XI surgió la herejía albigense. En este contexto aparece San Pedro de Verona, un religioso dominico que luchó contra esta herejía como miembro del Tribunal del Santo Oficio.

Un día el santo dominico fue informado de la aparición de la Virgen María y el propio niño Jesús. En efecto, San Pedro de Verona fue testigo de la aparición pero pudo observar, gracias a su fe, que ambas figuras tenían cuernos. El santo pidió a las apariciones que tomaran una hostia que el mismo había consagrado, estas huyeron revelando su naturaleza y sus seguidores volvieron al catolicismo.

Como veis una historia muy conveniente para denunciar las múltiples herejías que se sucedían. Por lo visto, San Pedro de Verona era partidario de enfrentarse a ellas a través de la palabra y no de la violencia.